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Category: Trip Tips

Miami: top barrios

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Wynwood

Creativo, bullicioso y excéntrico. Wynwood es el corazón artístico de Miami.

Vivaz y trendy, se caracteriza por más de 70 los pequeños atelier y boutiques de alta moda, galerías de arte y espacios de exposición.

Lo llaman Little San Juan y El Barrio, por sus históricos orígenes puertorriqueños: aquí la modernidad y la tradición se mezclan creando una atmósfera única.

Almas creativas y amantes del estilo: ¡tomad nota – vuestro tour de la ciudad comienza aquí!

Coralway

Coralway se sitúa en el noroeste de Downtown Miami, en la carretera que lleva a Coral Gables.

Un barrio histórico por la arquitectura que mezcla tendencias Art Déco con edificios de estilo Revival Mission de los años 20.

Coralwayes un barrio pintoresco, ideal para quien ama la vida sana y tranquila: podréis participar en una clase de yoga bajo los arboles de baniano o relajaros en uno de los muchos centros holísticos que se acumulan en el barrio.

Estratégica la cercanía a Little Havana, la cual vale la pena visitar también.

Miami Beach

Al decir “Miami” uno piensa automáticamente en “Miami Beach”: el sol, las playas de arena blanca con sus típicas casetas de vigilantes de la playa, jóvenes de cuerpos esculpidos y coches deportivos.

Miami Beach es el alma despreocupada de la ciudad, un paraíso rodeado de vegetación tropical como en las mejores películas.

Este barrio es el destino perfecto para unas vacaciones con mar, diversión y baile en los clubes hasta bien entrada la noche.

No os olvidéis de meter en la maleta protector solar y ropa cómoda, sin renunciar al estilo.

Downtown

Downtown es el corazón pulsante de Miami, caracterizado por los museos, los centros comerciales, hoteles y rascacielos diseñados por arquitectos famosos.

El alma moderna de la ciudad se refleja en las calles de este barrio, lleno de espacios abiertos, eventos deportivos y musicales, y el cual se conecta con el resto de la ciudad a través del Metromover, el sistema de transporte elevado.

Comodidad, lujo y servicios son el must de este barrio moderno.

Coconut Grove

Estamos en el centro más verde de la ciudad. Elegante y extravagante al mismo tiempo, es un punto de encuentro de estudiantes, gente creativa, curiosos y turistas amantes de los mercadillos locales.

Fundado hace más de 200 años, Coconut Grove es un oasis tropical en el cual la naturaleza se ha integrado completamente en el paisaje urbano, ofreciendo a turistas y locales un espectáculo único.

La cercanía de la Universidad de Miami de Coral Gables y de la bahía de Biscayne ha hecho del barrio un lugar especialmente atractivo para jóvenes y estudiantes que trascurren su tiempo libre entre museos y bares, y un calendario de eventos musicales y festivales constantes que caracterizan las tardes y noches en Coconut Grove.

Miami: los mejores locales de la ciudad

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Vitalidad es la palabra que mejor representa esta ciudad.

La misma vitalidad que se percibe en sus clubs exclusivos y sus espectaculares terrazas.

¿Cuáles son los sitios de moda que no podéis perderos?

Tomad nota de algunos locales imprescindibles para sumergiros en la ciudad y vivirla como la gente local.

Mango’s Tropical Cafe

Ubicado en el Ocean Drive, “Mango’s Tropical Cafe” es toda una institución en la ciudad.

Espectáculos de excepción, exhibiciones de vino, música latina (como la samba y la conga cubana), óptimas bebidas y sabores caribeños se mezclan en un ambiente excéntrico. En definitiva, la diversión garantizada en el corazón pulsante de Miami Beach desde la hora de comer hasta el amanecer.

Sólo un apunte: la selección al entrar no permite looks imprecisos, pero seguro que acertaréis con el estilo.

Area 31

Con su glamour y unas vistas espectaculares, este local es perfecto para un aperitivo o una copa. La terraza “Area 31” con vistas panorámicas se sitúa en la planta 16 del Kimpton EPIC Hotel, en la zona Downtown de Miami.

Pediros el coctel más cool del momento y tomaros un buen respiro ya que la skyline que veréis podría dejaros sin aire por unos momentos. Después os aconsejamos relajaros en el borde de la piscina y probar la cocina local inspirada en el océano.

Bleau Bar

Situado en el interior del Hotel Fontainebleau, el “Bleau bar” es, desde los años 50, un punto de encuentro para las estrellas del espectáculo. Se caracteriza por una atmósfera cool y vibrante y es un buen sitio para tomarse cocteles clásicos, experimentar las novedades del momento y sentiros como verdaderas estrellas.

Komodo

Situado en el lujoso barrio Brickell de Miami, el “Komodo” es un restaurante de tendencia que fusiona la cocina contemporánea del sur-oeste asiático en una atmósfera típica del sur de Florida.

La primera y la segunda planta de este local se dedica a la restauración, mientras que en la tercera planta encontraréis un lounge bar de lujo, un espacio perfecto para acabar el día entre cocteles y obras de arte, tales como la exclusiva decoración inspirada en el pop art de artistas famosos como Mari Kim y Hebry Brantley.

¡No perdáis el tiempo! Para llegar a Miami sólo necesitáis un trolley de cabina, bañador y el atuendo adecuado para una velada inolvidable.

Los eventos imprescindibles del año en Miami

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Art Déco Weekend

Enero es el mes perfecto para organizar un viaje a Miami para los amantes del arte y del vintage.

Desde hace 43 años en la última semana del mes, Ocean Drive acoge el Art Déco Weekend, un festival cultural con más de 85 eventos gratuitos dedicados a este estilo ecléctico, alma cultural de la ciudad.

Colores tropicales y tonos pastel decoran las fachadas y los interiores de los edificios, pero en esta ocasión realmente podrás respirar un ambiente de otra época, paseando entre mercadillos vintage, música en vivo, exposiciones de coches de época y desfiles retro.Palabra clave: ¡vintage style!

Miami open tennis

Roger Federer y Rafael Nadal, Ashleigh Barty y Karolina Pliskova son solo algunos de los grandes protagonistas que en marzo se retan en Florida para obtener el segundo Masters 1000 de la temporada. EL nuevo Hard Rock Stadium se convierte en el teatro del mejor tenis mundial, un espectáculo al aire libre repleto de eventos de todo tipo.Palabra clave: grandes eventos deportivos.

Ultra Music Festival

No solo se vive del deporte.

El mes de marzo contiene otra cita importante: el Ultra Music Festival (UMF).

Tres días dedicados a la música electrónica mezclada por los grandes artistas del momento: Alesso, David Guetta, Charlotte De Witte…

Entre un DJ Set y el otro, podréis disfrutar de la mejor música en un sitio espectacular.

Para los amantes del género “una cita imprescindible”.

Palabra clave: electronic vibes.

Miami Beach Pride

Cada año en abril la comunidad LGBTQ se reúne implicando a toda la ciudad en una fiesta única, repleta de eventos especiales gratuitos, música y mucha diversión. El desfile anual seguramente es el evento más destacado, pero es solo uno de muchos otros eventos que se llevan a cabo en estos siete días de fiesta.

No hay que perderse la carrera sobre tacones de aguja y la Miami Pride Cruise.

El objetivo de este gran evento es reunir a miembros de la comunidad para celebrar la diversidad en paz y harmonía sin distinción de género.Palabra clave: ¡celebrar la singularidad!

Art Basel Miami Beach

Cada mes de diciembre el mundo del arte se reúne en el Convention Center de Miami.

Art Basel es el evento artístico cultural más importante del hemisferio occidental: muchísimas galerías (268 en el año 2018) de todo el mundo exponen las obras de miles de artistas.

Podréis admirar pinturas, esculturas, instalaciones, fotografías y películas de artistas emergentes y grandes maestros del pasado. Para los amantes al arte es indudablemente una cita de referencia.Palabra clave: arte y cultura.

 

Parece ser que Miami da respuesta a cualquier exigencia en cuanto a eventos.

Seáis amantes del arte, del deporte o de la música…. ¡Miami está allí para vivirla!

París: las ubicaciones de las películas más famosas

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Medianoche en París (2011)
Quizás el lugar más buscado es el Restaurant Polidor (41, rue Monsieur Le Prince, metro: Odéon), que no es una lavandería, sino realmente un restaurante y desde 1845 sirve comida francesa todos los días. Es el lugar donde Gil, el protagonista, persuade a Hemingway para que lea su novela. Parece que Papa frecuentaba mucho éste local acompañado por escritores como Paul Verlaine y James Joyce.

El Código Da Vinci (2010)
Después del éxito mundial del libro de Dan Brown, en la capital francesa se creó un movimiento masivo en búsqueda de las pistas relatadas en el libro y retomadas a la perfección por Tom Hanks (Robert Langdon) en la película de Ron Howard. La etapa más curiosa es la que se desarrolla dentro de la Iglesia de Saint-Sulpice (2 Rue Palatine, 75006 París), señalada como lugar de pasaje de la línea roja, primer meridiano del mundo.
La curiosidad alrededor de esta columna que lleva una línea de latón en el medio, fue tan grande que obligó a los regentes de la iglesia a exponer un anuncio en el cual se explica su real función científica-astronómica, y que las letras “P” y “S” en las ventanillas se refieren a Pietro y Sulpice, los santos patronos de la iglesia, y no al ficticio “Priorato de Sión”.

Amélie (2001) (Le Fabuleux Destin d’Amélie Poulain)
¿Es posible citar a París sin mencionar a la delicada Amélie Poulain? Su vida se desarrolla con simplicidad en Montmartre, entre el Café des Deux Moulins (15 Rue Lepic, esquina con rue Cauchois) donde trabaja, la tienda de fruta y verdura Au Marche de la Butte, donde el señor Collignon maltrata al pobre Lucien (56, Rue des Trois Frères) y la vida de barrio en Rue Lepic. Si quieren revivir la aventura de la búsqueda de Nino, la etapa fundamental es la estación de metro La Motte-Picquet-Grenelle, donde el amor anónimo de Amélie se declaraba en un póster que apuntaba “¿adónde y cuándo?”. Pero es en la Gare del Est donde se resuelve el misterio del hombre que dejaba sus foto carnet en el metro: la cabina de fotos se encuentra en un salón interno, llamado Salle des Pas Perdus.

Los soñadores (2003)
Controvertida y plena de citas, la película de Bertolucci utiliza a París como un cuarto protagonista, escenario vital y palpitante. Ambientada durante los movimientos estudiantiles de la primavera de 1968, la película trae a nuestros días lugares inalterados y maravillosos como La Cinémathèque Française, donde el joven americano Matthew (Michael Pitt) encuentra a sus nuevos amigos Théo (Louis Garrel) e Isabelle (Eva Green) y el Palais de Chaillot, obra del arquitecto Frank Gehry, que se ve en el fondo de las primeras escenas. Es memorable la escena en la que los protagonistas intentan batir el récord de carrera a través del Louvre en 17 segundos – con clara cita a la película Bande à part de 1964 –. Por supuesto la escena se hizo dentro del famoso museo parisino. También podrán ver donde vivían los personajes durante su intenso mes de convivencia: la entrada, que se reconoce fácilmente, se encuentra en Place de Rio de Janeiro.

París: descubriendo Batignolle

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El encanto histórico permanece, a pesar de sus villas históricas y sus calles peatonales, queda un lugar muy chic y muy discreto. Es un lugar con muchos quioscos y tiendas pequeñas, gastronomía tradicional y pequeños talleres y parques, sin embargo, es conocido como el barrio más “bobo” de París. ¿Qué quiere decir “bobo”? La palabra sale de la unión entre burgués y bohemio y lleva esa connotación altiva típica de la izquierda caviar. De todas maneras, es aquí donde se encuentran los lugares más estilosos e interesantes.

Inicien el recorrido por Parc Monceau, uno de los parques más elegantes de la ciudad: sus sauces llorones y los colores que se mezclan en el reflejo del agua les van a recordar a las pinturas de Monet. Este lugar inspiró muchas de sus obras.

Si deciden visitarlo un día sábado, pueden ir al mercado biológico de Batignolle (96 bis rue Lemercier 75017, París Métro 13 Brochant) para abastecerse de croissants, fruta fresca y exquisitas mermeladas biológicas perfectas para comer con una clásica baguette. Un “dèjeuner sur l’herbe” – desayuno sobrela hierba – es sin duda la mejor manera para disfrutar de un día de parque.

Un paseo muy lindo los llevará a descubrir rincones muy interesantes. Por ejemplo, hay una callecita muy especial: el Passage Geoffrey-Didelot, creado en 1843, es un camino pequeño muy coloreado, que preserva el aire de un pueblo de otros tiempos, y donde podrán descubrir como pintores del Atellier du Passage se entusiasmaron pintando las caras de los comerciantes y de los históricos residentes locales.

Cerca de aquí, justo saliendo del Pasaje, pueden mirar el célebre Hébertot, antes conocido como 

“Théâtre des Arts”, un lindo rincón de arte y cultura que sigue igual de activo que en 1830.

¿Les gusta ir de shopping? Apúntense las siguientes calles: Rue des Dames, Rue Legendre, Rue de Levis, Place du Docteur Félix Lobligeois y Place de Batignolles: tiendas súper hipsters se mezclan con restaurantes con gastronomías de todo el mundo y cafés informales.

Si quieren una comida de alto nivel, pero a precio razonable, prueben La Fabrique de Bouchons (17 Rue Brochant, 75017 París), un restaurante que surge desde una vieja fábrica de tapones. Cocina de temporada, creativa y, por supuesto, buenísima.

París: las mejores tiendas vintage

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Kilo Shop Marais (69-71 rue de la Verrerie, 75004).
300 gramos de jeans y medio kilo de camisetas floreadas. Llenen las bolsas, pesen todo y ya está, el precio depende del peso. Hay objetos, trajes y pantalones de todo tipo. Sólo hay que tener cuidado con las etiquetas, porque unas cosas tienen precios fijos y no están incluidas en la compra por peso.

Mam’zelle Swing (35 bis Rue du Roi de Sicile, 75004).
Paseando por Marais es imposible que pase desapercibida una pequeña tienda con un escaparate brillante con colores que recuerdan a los pintalabios de la década del ’20. Aquí pueden encontrar moda y ropa que va desde ese período rugiente hasta la década del ’60. Vestidos bon ton y accesorios chic. Una maravilla para los ojos – y un poco menos para la cartera – de los apasionados de este estilo.

L’Objet qui Parle (86 Rue des Martyrs, 75018).
¿Quién dijo que las compras vintage son únicamente de ropa? En esta tienda, situada entre las calles de la fascinante Montmartre, hay que tener tiempo y paciencia porqué es el clásico lugar en el cual pueden descubrir cosas preciosas entre una multitud de piezas deslucidas, baratijas y pequeñeces. Pero justo adentro de ese azucarero pavoroso, quizás se esconde un espejo raído en el que un día se reflejó una joven Brigitte Bardot.

Ragtime (23 Rue de l’Échaudé, 75006).
No se dejen engañar por la fachada descuidada del escaparate. Detrás de esa puerta, en St. Germain de Prés, hay un verdadero tesoro. La dueña de casa se llama Françoise Augeut y colecciona piezas de arte… en tejido. Aquí pueden encontrar desde piezas de alta moda o envolverse en un foulard de pura seda, dejándose mimar por la historia que lleva detrás. Un traje de Christian Dior no tiene el mismo precio que una camiseta de un mercadillo, pero sin duda será la pieza más memorable de sus armarios.

Mad Vintage (tiene varios puntos de venta, los mejores son los que se encuentran en 66 Rue Saint-Denis, y en 139 Rue Saint-Martin).
Aquí no encontrarán vestidos al ruedo. Si para ustedes ropa de época significa exponerse a los coloridos años ’80 y animarse con abrigos de piel sintética y shorts brillantes, en este enorme almacén pueden hallar lo que están buscando. Los precios son bajos, la mayoría de la ropa cuesta alrededor de 15 euros. Si no tienen problema en ponerse zapatillas de deporte de segunda mano, aquí encontrarán de la marca All Star con dibujos retro. Y tal vez las pueden combinarlas con un par de vaqueros ajustados, aunque hoy en día están tan de moda que parecen más modernos que vintage.

París: los mejores macarons de la ciudad

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Pierre Hermé (tiene varios puntos de venta, el principal está en 18 rue Sainte-Croix-de-la-Bretonnerie). Hablar de estos dulces sin citar a Pierre Hermé es prácticamente una herejía. Heredero de un linaje de pasteleros de alto nivel, se cuenta que él fue quién llevó a los macarons al éxito mundial y por eso ganó el sobrenombre de “Picasso de la pastelería”. Los sabores son particulares, desde miso blanco y limón hasta lúcumo (un curioso fruto peruano) y jengibre glaseado. Los precios son de boutique pero merece la pena.

Ladurèe (tiene siete puntos de venta en todo París, el principal está en 14 rue de Castiglione). La receta se mantiene intacta desde mitad del siglo XX, pero los sabores siempre dejan estupefactos a los degustadores, sobretodo desde que su chef estrella Claire Heitzler se convirtió en directora creativa internacional y convirtió la temporalidad y la calidad de los ingredientes en el corazón de sus productos. Un hecho curioso es que Ladurèe tiene filiales en todo el mundo, pero todos sus macarons son producidos en Suiza. En cuanto salen del horno son congelados y después son acogidos y descongelados por el pastelero que los recibe. Sin embargo, los macarons franceses y parisinos no comparten el mismo proceso: estos son producidos en un laboratorio situado en los alrededores de la ciudad, es por eso que es mucho mejor probarlos mientras visiten la capital francesa.

Sadaharu Aoki (tiene varios puntos de venta, el principal es la boutique Port-Royal en 56 Boulevard de Port-Royal). Si los clásicos sabores afrutados y florales les aburren y prefieren un toque de oriente, este es sin duda el lugar más interesante. En su pastelería, el famoso chef es muy japonés: es decir, alterna los sabores más clásicos cocinados con obsesiva perfección con la creatividad absoluta de macarons al umeboshi (ciruela salada japonesa) o wasabi-horseradish (rábano picante). Pueden encontrar sus creaciones también en eventos de moda, para los cuáles es muy requerido.

Carette (4 Place du Trocadéro 75016). Bastante cerca de la Tour Eiffel podemos encontrar esta antigua pastelería que fue abierta en 1927 por Jean y Madeleine Carette. Lleva un estilo clásico y menos complejo que las demás. Los sabores son tradicionales, con algunas variaciones como la violeta, pero sin salir demasiado de los cánones. El servicio es informal y agradable y los precios son un poco más bajos de lo normal. Toda su carta dulce es muy sabrosa, pero la délice aux framboise – un gran macaron de vainilla relleno de créme brûlée, pistachos y frambuesas frescas – es absolutamente imperdible.

París: 5 cosas que hacer gratis

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¿Qué es lo que se puede hacer de manera gratuita en la capital francesa?

  1. Museos gratis el primer domingo de cada mes. Si tienen que organizar un viaje, háganlo incluyendo el primer fin de semana del mes, en lo posible entre octubre y marzo, así la promoción puede incluir también el Museo del Louvre – que normalmente cuesta 15 euros por persona -. Los demás museos que participan de esta iniciativa son el Centre Pompidou, el Museo Nacional Eugene Delacroix, el Musée D’Orsay, el Musée de L’Orangerie, el Museo Picasso y otros menos reconocidos. Además, si tienen menos de 26 años y presentan un documento de identidad válido, la entrada es siempre gratuita.
  2. Parques y… cementerios. Todos los parques citadinos son gratis y hermosos – vale la pena ir al Parc Monceau y a los Jardins du Luxembourg – dos joyas muy amadas por los parisinos. Pero, ¿por qué no hacer un tour entre los sepulcros más famosos? Aquí los cementerios tienen un valor histórico y suelen ser paradas de peregrinación. El más conocido es el de Père Lachaise, en el que los nombres más famosos son Jim Morrison (la encontrarán fácilmente: su tumba es la única cercada), Charles Boudelaire, Frédéric Chopin y Oscar Wilde. También le aconsejamos visitar el Cementerio de Montmartre.
  3. París desde las alturas. La fascinación de admirar a la ciudad desde un punto alto y privilegiado es una de las cosas imperdibles que se pueden hacer. ¿Cuáles son los mejores lugares? Indudablemente el cerro de Montmartre (un barrio evocador con una majestuosa iglesia que domina toda la Ville Lumiére), el barrio Belleville, donde pueden disfrutar de la vista desde la Tour Eiffel, y las plantas altas de los grandes almacenes Printemps.
  4. Descubrir la ciudad en bicicleta. El sistema de bicis compartidas, que se llama Velib, les trasladará por la ciudad a un precio muy bajo (alrededor de 8 euros al día) o… ¡gratis! Inscribirse para utilizar el servicio es un poco complicado – hay que hacerlo online y  seguir todos los pasos –, y el uso disponible es de media hora gratis. Lo que se puede hacer es devolver la bici antes de que pase media hora y luego… ¡coger otra! De todas maneras, es tan barato que la mayoría de la gente tampoco lo considera un problema.
  5. Unirse a un tour gratuito. Hay de todo tipo: nocturnos, en barrios históricos, dedicados al arte callejero o a los escenarios de películas. Lo único que tienen que hacer es buscar online “free tour Paris” y se enterarán de las multitudes de opciones disponibles. Descubrir la ciudad con una guía competente es una de las mejores maneras para enamorarse aún más de la ciudad de las mil luces.

París: diferentes culturas en una única ciudad

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Si prefieren mudarse del frío norteño a un ambiente egipcio, en tan sólo seis paradas de metro se llega al Passage du Caire (2, place du Caire – 16, rue du caire – 239 rue Saint-Denis), el más antiguo pasaje cubierto de la ciudad. Hoy aloja tiendas poco interesantes, pero merece una parada para admirar la fachada orientada hacia Place du Caire, adornada con jeroglíficos y tres efigies de Hator, la diosa de la feminidad por excelencia.

Este lugar está lleno de misterios y curiosidades: aquí se encontraba el Convento de las Hijas de Dios y se dice que el suelo está hecho con las mismas lápidas de las monjas. Es curioso ver como un lugar consagrado después de unos años se convirtió en una “corte de milagros” donde los estafadores y los ladrones se daban cita para planear los días, y luego se encontraban en la noche con el botín.

Ya en el corazón de la capital, una parada romántica es sin dudas la Biblioteca Polaca (6 quai d’Orléans, 75004) sobre la isla Saint-Louis, la más pequeña de las islas naturales que se erige sobre el río Sena, el cuál aloja desde 1853 a la institución polaca más grande del extranjero. Creada en 1832 por inmigrantes que huyeron del país después de la ocupación rusa, hoy cuenta con más de 200.000 libros y obras, incluídos unos muy extraños. Dentro del palacio hay tres museos dedicados a los más famosos exponentes artísticos polacos: Adam Mickiewicz, poeta símbolo de la unidad nacional, Bolesław Biegas, pintor surrealista y simbolista y, por supuesto, Fryderyk Franciszek Chopin, también conocido con el nombre afrancesado de Frédéric François Chopin.

Si se desplazan al extremo oriente, uno de los lugares más deslumbrantes es el Cinema la Pagode (52, Rue de Babylone), desafortunadamente cerrado, pero se puede apreciar por afuera. A fines de 1800 Japón estaba muy de moda en la ciudad, y por eso el dueño del gran almacén le Bon Marché, decidió regalar a su mujer una auténtica pagoda japonesa. Fue memorable su inauguración, con la orquesta del Teatro de París. Sin embargo, ni el espectáculo ni la pagoda fueron suficientes para la mujer, dejó sólo a su marido y él al final decidió vender la pagoda. En un principio, la embajada china se mostró interesada por este edificio pero pronto se enteró de que en el interior los murales relataban las dominaciones japonesas frente a China… En 1931 el edificio se transformó en un maravilloso cine, con un hermoso salón de té en el jardín interior. Lamentablemente cerró en 2015.

Arte en Nueva York

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¡El arte está en todas partes! Simplemente no se puede ir a la Gran Manzana y perderse los museos más importantes: más allá de los clásicos que deben superar tu lista de “qué haceres”, hay dos lugares que son ineludibles: el Museo Nuevo (New Museum) y el Museo de la Imagen en Movimiento (Museum of the Moving Image).
 
New Museum (235 Bowery) sin duda deleitará a todos los amantes del arte contemporáneo y los entusiastas de la arquitectura: el edificio parece un montón de cajas desordenada, apiladas una encima de la otra en precario equilibrio.
 
Museum of the Moving Image (6-01 35th Ave, Queensestá situado en el lado este del río Hudson, en Astoria, y está completamente dedicado al video, el cine y la animación. Es interactivo, interesante y totalmente cautivador.
 
En Nueva York también hay un museo perfecto para aquellos que no son tan devotos del arte. El Mmuseumm, situado en Tribeca (4 Cortlandt Alley), tiene sólo 3 metros cuadrados de ancho (sí, no es un error tipográfico) y sólo puede ser accedido por 3 personas a la vez. Está construido en un ascensor industrial, y siempre encontrará instalaciones de arte extrañas y piezas excéntricas.
 
Y si lo que quieres es descubrir el arte de la ciudad sin salir de tu sofá, puedes hacerlo con las extraordinarias y precisas ilustraciones del artista italiano Emiliano Ponzi, que ha sido uno de los principales narradores de Nueva York para algunos periódicos internacionales de renombre. Él ha captado su alma y la ha traducido en cuadros brillantes.